jueves, 30 de julio de 2015

Optimizacion integral del mantenimiento alineado al negocio (1era parte)

Hoy el mantenimiento requiere un enfoque global que lo integre en el contexto empresarial con la importancia que merece. Su rol, destacado en la necesaria orientación a los negocios y resultados de la empresa es garantizado por su aporte a la competitividad a través de asegurar la confiabilidad de los activos de la organización.
El presente trabajo presenta un enfoque que cumple estos requisitos y que como su nombre lo indica se orienta a la Optimización Integral del Mantenimiento, alineada con el objetivo principal del negocio.
El OIM se presenta con sus aspectos de Estrategias, Recursos de los Humanos, Recursos Materiales y Sistemas y Procedimientos, desarrollando cada uno de ellos en sus aspectos conceptuales y de implementación.
Finalmente se presenta brevemente el RCM2, Mantenimiento Centrado en la Confiabilidad, herramienta principal en la definición de estrategias de mantenimiento de activos físicos en su contexto de operación.

Hoy en día el mundo se ha globalizado, para bien o para mal este es un dato que las organizaciones deben tomar en cuenta.
En ese marco se percibe una situación en la cual los Clientes buscan calidad, precio y servicio; los Inversores buscan mayor rendimiento y máxima seguridad para su inversión; el Personal persigue mejores condiciones de trabajo; la Sociedad exige cada vez con mas fuerza, atención a temas de medio ambiente y al respeto por parte de las empresas de normas de convivencia; el Estado cada vez mas se concentra en la actividad fiscalizadora y recaudadora; por otro lado los Competidores ya no son solo de nuestro país sino del mundo entero, por lo que la competencia ya no es local solamente, es global.
¿Cómo satisfacer estas múltiples expectativas crecientes?
Analizaremos que podemos aportar desde el punto de vista de la función mantenimiento

PANORAMA CONCEPTUAL
Lo primero es cambiar el concepto de cómo analizar al mantenimiento y como ubicarlo en el contexto de las demás funciones empresariales.
Todas las funciones existen pues aportan algo al resultado, sino no existirían, y si estamos hablando de empresas industriales, comerciales y de servicios ese resultado es el lucro en el negocio.
Por lo tanto el mantenimiento no puede ni debe ser la excepción y debe concebirse orientado a los negocios (Business Centred Maintenance – BCM, Anthony Kelly – Reino Unido), y orientado a los resultados (Results Oriented Maintenance – ROM, Christer Idhammar – Suecia).
Para ello debemos tener en mente un objetivo a cumplir: la competitividad.
Para ser competitivos existen algunos factores claves que nadie discute hoy en día. Debemos brindar a nuestros clientes los productos y servicios que satisfagan sus necesidades, pero también debemos satisfacer el precio que estén dispuestos; así llegamos al segundo factor clave: la productividad.
Estos factores debemos cumplirlos sin descuidar las exigencias en temas de seguridad y medio ambiente que hoy día son tan importantes para la competitividad, dada la toma de conciencia que ha habido en estos temas a todo nivel; estos son entonces el tercer y cuarto factor clave de la competitividad.
Pero la calidad y la productividad, el respeto a la seguridad y al medio ambiente, no son aspectos que basten con asegurarse un día o dos, ni durante un par de meses siquiera, debemos lograrlas siempre y para ello necesitamos el aporte del quinto factor clave de la competitividad: la confiabilidad.
La confiabilidad es lo que me permite asegurar los cuatro factores claves a lo largo del tiempo y por lo tanto asegurar la competitividad. Obtener confiabilidad solo es posible con el correcto mantenimiento y se logra por la incidencia que tiene en los factores claves (confiabilidad, seguridad, medio ambiente, calidad y productividad), así como en otros no menos importantes como la disponibilidad, la costo-eficacia y el uso racional de la energía, que se le ubica actualmente en los primeros planos de la dirección empresarial. Esto es gracias a su aporte a la competitividad.

Realizando entonces una breve reseña histórica podemos decir que el mantenimiento ha pasado de ser el “mal necesario” de la producción a un “factor clave” más de la competitividad.
En los últimos tiempos ha habido una evolución de conceptos respecto al mantenimiento; en la década de los 80 se hablaba de gestión de mantenimiento, en los 90 se amplió el concepto a gestión de activos, a partir del 2000 ya se habla de gestión de confiabilidad.
Como ejemplo podemos mencionar a la empresa VOLVO de Suecia, la cual ya no tiene mas gerentes de mantenimiento, ahora son gerentes de confiabilidad (fuente: Jan Franlund, presidente de la Federación Europea de Sociedades Nacionales de Mantenimiento (EFNMS), y de la Sociedad Sueca de Mantenimiento (UTEK), y la empresa SIDERCA de Argentina que tampoco tiene gerentes de mantenimiento sino de activos físicos.

En este esquema está implícito algo que no hemos mencionado aun y que es muy importante: ya no se habla de división entre producción y mantenimiento, para lograr confiabilidad se requiere una alianza estratégica (joint-venture) entre ambos tal como si fueran dos caras de la misma moneda. Esto es, el uso y el cuidado de los activos deben ser una única función coordinada para obtener el resultado de la confiabilidad que se espera, algo así como “two for tango” es decir: se precisan dos para bailar.
En este plan coordinado que debe haber entre procesos y mantenimiento, tenemos hoy día muchas técnicas o herramientas que aplicar. Al conjunto de ellas podemos considerarlo como la “valija" del gerente moderno. Entre otras, y no pretendiendo con la enumeración agotar todo lo posible, se destacan las siguientes:
Optimización Integral de Mantenimiento (OIM)
Gestión Total de la Calidad (TQM)
Mantenimiento Productivo Total (TPM)
Participación, Trabajo en Equipo y Flexibilidad
Método KAIZEN
Mantenimiento Centrado en Confiabilidad (RCM 2) (Aladon Ltd.)
Costo del Ciclo de Vida (LCC)
Six sigma
Lean manufacturing
Diseño Sistémico de Procesos (DSP 3).
Gestión y Evaluación de Riesgos.
Análisis de modos de falla y sus efectos (FMEA).
Diseño para la confiabilidad y la mantenibilidad.
Análisis de disponibilidad y confiabilidad
Monitoreo de la condición y análisis Predictivo.
Repuestos centrados en la confiabilidad (RCS).
Sistemas de gestión de mantenimiento por computadora.
Gestión por indicadores.
Sistemas expertos.
Tercerización (outsourcing).
Medición y control de tareas.
El dilema es elegir las herramientas de la valija más adecuadas para nuestra organización, en función del contexto en que nos desenvolvernos.
 
1. OPTIMIZACION INTEGRAL DEL MANTENIMIENTO
El enfoque de orientación a los negocios nos exige desarrollar un plan estratégico para llevarlo a la práctica. Debe incluir la definición de objetivos estratégicos competitivos para toda la organización, así como para cada uno de los sectores y procesos que la componen, de forma tal que la concreción de los segundos aporte al logro de los primeros.
Estos objetivos deben traducirse en indicadores de gestión que permitan medir el avance de cada uno de los objetivos, de tal forma que se logre una acción integral y por tanto estar en condiciones de tomar las decisiones correctas respecto a las herramientas a aplicar. Para aplicar estos conceptos a la función mantenimiento, o mejor dicho, función confiabilidad, mencionaremos una de las herramientas nombradas: la optimización integral del mantenimiento (OIM).
La OIM nos propone, en función de la orientación a los negocios y el plan estratégico, un enfoque con el cual desarrollar la función mantenimiento en un marco conceptual global, integral y estructurado. Para ello debemos efectuar una implementación cubriendo las siguientes áreas: en primer lugar, definir las estrategias; en segundo, los recursos humanos; en tercero, los recursos materiales; finalmente los sistemas y procedimientos.
Hemos hablado de mantenimiento y confiabilidad pero no hemos definido con precisión estos términos:
El Mantenimiento es asegurar que todo activo continúe desempeñando las funciones deseadas.
Asimismo, es bueno precisar después de todo lo dicho, cuál es el objetivo del mantenimiento.
El Mantenimiento tiene por objetivo: asegurar la competitividad de la empresa por medio del aseguramiento de la disponibilidad y confiabilidad planeadas de la función deseada; cumplir con todos los requisitos del sistema de calidad de la empresa, con todas las normas de seguridad y medio ambiente y obtener el máximo beneficio global.

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